– Maravilloso que me quede claro que esto ya fue soñado o imaginado –que es lo mismo…
– No sería soñado si no lo estuviéramos conversando.
– Sí, siempre fue así pero siempre se atraviesan nubes de oscurantismo que preparan el camino a una época luminosa pero de severo sufrimiento, de prueba de luz cegadora y temible que puede confundirse con energía pura, como los sueños con la imaginación.
– Entonces no es lo mismo.
– Sí y no… Siempre hay una generación privilegia que se coloca en la cresta de un cambio que sólo se produce con decenas de miles de años de evolución. La vida burbuja y perece, en millones de formas diferentes.
– ¿Y los diseñadores?
– ¡Somos nosotros! Creí que lo habías entendido
– ¿Realmente lo comprendemos?
– Si te das el tiempo. Es el verdadero poder del verbo. Nuestra generación lo comprendió y entonces hicimos la luz.
– No me gusta tanto.
– No te tiene que gustar. Eres parte del ciclo, sólo teníamos que decidirnos.
– ¿Y crees que fue lo correcto?
– ¿Podrías rechazar la inmortalidad? Siempre hemos sido inmortales aun ahora, en nuestro ocaso. Es la historia de lo que fue y estamos aquí en el principio.