Instrucciones de uso: este arranque lírico inspirado en el enfrentamiento del Ejército con sicarios en Apatzingán, Michoacán, el 7 de mayo de 2007, que originalmente debía ser un corrido, pero es un género norteño con una estructura muy precisa, por eso debe ensamblarse en una estructura de hip-hop agresivo. Atentamente el autor
La sicaria de Apatzingán
Por: lemur toy
Los vecinos de esa calle
Fray Melchor de Talamantes
La veían, siempre callada, siempre distante
Filosa mirada, sonrisa quebrada
Siempre seria, camina siempre callada
Apenas cruzaba con el prójimo alguna palabra
Sorprendió verla en primera fila en la balacera
Ese lunes mayo 7 ya entrada la mañana
Cayó la gatillera del narco, la joven sicaria,
Te reventaron a plomo Claudia Alejandra
Tu sentencia ya estaba desde antes firmada
Era empleada, dice su padre
Vendía ropa, comentan familiares
Con sus dos chamacos vivía
Mirada severa, toda hermetismo
En un mes cumpliría los veintisiete
Claudia Alejandra Cortés Reyes
Gatillera, sicaria, matona de Apatzingán
Cabalístico, su destino fatídico
Corazón tierra del narco en Michoacán
“Vida loca y breve” en diarios publicarán
Era sicaria, gatillera, matona,
Nadie sospechaba, nadie la veía
Nunca nadie supo que de noche salía de cacería
Un “levantón”, un ajuste, por un “oreja”, sobre una “chiva”,
A reventarles el lomo siempre dispuesta iba,
A ponerles en la madre baja tarifa, ella acudía,
Con cuerno de chivo y una Mágnum les caía
Siete veces siete cartuchos percutidos les metía
Si le gustaba sonreía,
Entre los macizos nadie con ella se metía
Pero nunca… Nunca por dinero ella lo hacía
Era sólo fantasía descargar sin contención toda su ira
Ella por dinero no lo hacía
Ella por dinero no lo hacía
Los 27 en junio ella tendría
Pero a la casa 147,
Pronto los guachos les cayeron
Era un lunes siete de mañana
Siete de mayo del año dos-cero-cero-siete
Tres horas antes en una Silverado color plateao
Otros dice que era una Lobo negro
Otros más un Hummer blanco
Venían de una tarea bien cumplida con AK-47 y R-15,
Toda la noche llevando al monte “levantados”
Pero de regreso en la mañana toparon a los guachos
Escaparon de momento y creyeron haberla librado
Pero de lejos los siguieron entre calles de
Hasta la casa donde el destino los estaba ya esperando
Un par de horas los anduvieron venadeando
Los militares todos se apertrecharon
Aquellos no sabían, y uno salió por unas chelas,
Lo vieron, reconocieron, traía fusca y esperaron
Fueron segundos eternos
Saltaron los guachos gritando:
"Somos Ejército mexicano, tiren sus armas y salgan con las manos en alto"
Dicen en su oficio, sardos, milicos, militares, los guachos
Pasaron sólo segundos, escasos segundos
Eternidades que todos tragan mudos
Son las cero nueve, dos, cuarenta y siete
Corren segundos, se queman los nervios
Nadie responde, el silencio los tiene locos
Se abre por fin la puerta lenta y eternamente
Pero ya todo había empezado,
Ya todo estaba trazado; ella se asomó disparando
Montada en una tormenta de AK-47
La sicaria, la gatillera muere indiferente
Se dio no por dinero, nada dejó
Sólo cumplir la fantasía
Desafiar esa muerte a fuego lento
Nada deja, nada se lleva
Por apretar el gatillo
Por vengar su destino
Por la breve vida
De un trago se bebió enterita
Sangre a fuego y lodo quemado
Se dispararon y se dispararon
Por dos horas se dispararon
Nadie lo esperaba nadie sospechaba,
Sólo dos hijos, no deja nada,
Ni dinero, ni casas o carros, no deja nada
Sólo ahí tendida, ya desfigurada,
A las once de la mañana hora oficial
Misma en que nació una mañana
Los guachos les dieron muerte a plomo
Le dieron balas hasta calcinarla
De plástico unas flores dejaron
En lugar apartado del viejo panteón.